31.12.09

Cuentos V: Los Dátiles (Jorge Bucay)

En un oasis escondido entre los mas lejanos paisajes del desierto, se encontraba el viejo Eliahu de rodillas, a un costado de algunas palmeras datileras.

Su vecino Hakim, el acaudalado mercader, se detuvo en el oasis a abrevar sus camellos y vio a Eliahu transpirando, mientras parecía cavar en la arena.

-¿Qué tal anciano? La paz sea contigo.

-Contigo- contesto Eliahu sin dejar su tarea.

-¿Qué haces aquí, con esta temperatura, y esa pala en las manos?

-Siembro- contesto el viejo.

-¿Qué siembras aquí, Eliahu ?

-Dátiles -respondió Eliahu mientras señalaba a su alrededor el palmar.

-¡¡¡Dátiles!!!- repitió el recién llegado, y cerró los ojos como quien escucha la mayor estupidez.

-El calor te ha dañado el cerebro, querido amigo. Ven, deja esa tarea y vamos a la tienda a beber una copa de licor.

-No. Debo terminar la siembra. Luego si quieres, beberemos...

-Dime, amigo: ¿Cuántos años tienes?

-No sé... sesenta, setenta, ochenta, no sé... lo he olvidado... pero. ¿ Eso que importa?

-Mira amigo, los datileros tardan mas de 50 años en crecer y después de ser palmeras adultas están en condiciones de dar frutos. Yo no estoy deseándote el mal y lo sabes, ojalá vivas hasta los 101 años, pero tu sabes que difícilmente puedas llegar a cosechar algo de lo que hoy siembras. Deja eso y ven conmigo.

-Mira Hakim, yo comí los dátiles que otro sembró, otro que tampoco soñó con probar esos dátiles. Yo siembro hoy, para que otros puedan comer mañana los dátiles que hoy planto... y aunque sólo fuera en honor de aquel desconocido, vale la pena terminar mi tarea.

-Me has dado una gran lección, Eliahu, déjame que te pague con una bolsa de monedas esta enseñanza que hoy me diste - y diciendo esto, Hakim le puso en la mano al viejo una bolsa de cuero.

-Te agradezco tus monedas, amigo. Ya ves, a veces pasa esto: tu me pronosticabas que no llegaría a cosechar lo que sembrara. Parecía cierto y sin embargo, mira, todavía no termino de sembrar y ya coseché una bolsa de monedas y la gratitud de un amigo.

-Tu sabiduría me asombra, anciano. Esta es la segunda gran lección que me das hoy y es quizás mas importante que la primera. Déjame pues que pague esta lección con otra bolsa de monedas.

-Y a veces pasa esto -siguió el anciano y extendió la mano mirando las dos bolsas de monedas-: sembré para no cosechar y antes de terminar de sembrar ya coseché no solo una, sino dos veces.

-Ya basta, viejo, no sigas hablando. Si sigues enseñándome cosas tengo miedo de que no me alcance toda mi fortuna para pagarte...

Poesias IV: Soneto Monovocálico con la O

EDMOND ROSTAND

Cyrano Di Bergerac


Confronto ognor lo sbocco forforoso
col corno, col trombon, col vòto dosso,
o l'osso con l'omologo Colosso.
Non sopporto sfottò o motto ontoso:

lo stolto (provocò l'onor focoso!)
lo tocco con lo stocco, lo fo rosso.
Col moccolo focolmo pozzo o fosso,
lo scrosto con lo scovolo 'sto coso.

Col nostro —non lo nomo— soffro molto:
troppo grosso lo mostro... mostro sono:
lo zoccolo sformò l'ombroso volto!

Non complotto, non mormoro, non stono,
collotorto non sono, sono colto...
Sposo non son, sto solo, non corono!
__________________________

Confronto siempre el vómito fosforoso
con el cuerno, con el trombón, con el vacío trasero,
o el hueso con el homólogo coloso.
No soporto esfuerzo o movimiento vergonzoso:

lo estólido (¡provocó el honor fogoso!)
lo toco con el estoque, lo hago rojo.
Con el moco colmo pozo y foso,
lo descortezo con el escobón a este fulano.

Con el nuestro —no lo nombro— sufro mucho:
demasiado grande lo muestro… muestro son:
¡la sandalia deformó la umbría cara!

No conspiro, no murmuro, no soy,
hipócrita no soy, soy culto…
Esposo no soy, estoy solo, no corono!

(Selección y traducción de Josep M. Albaigès, BCN, ene 06)

Extraido de All’alba Shahrazad andrà ammazzata, de Giuseppe Varaldo, una increíble colección de sonetos monovocálicos, en varios idiomas.

http://www.albaiges.com/eulogologia/lipogramas/sonetosmonovocalicos.htm

4.12.09

Cuentos IV: Obstáculos (Jorge Bucay)

Voy andando por un sendero.

Dejo que mis pies me lleven.

Mis ojos se posan en los árboles, en los pájaros, en las piedras. En el horizonte se recorte la silueta de una ciudad. Agudizo la mirada para distinguirla bien. Siento que la ciudad me atrae.

Sin saber cómo, me doy cuenta de que en esta ciudad puedo encontrar todo lo que deseo. Todas mis metas, mis objetivos y mis logros. Mis ambiciones y mis sueños están en esta ciudad. Lo que quiero conseguir, lo que necesito, lo que más me gustaría ser, aquello a lo cual aspiro, o que intento, por lo que trabajo, lo que siempre ambicioné, aquello que sería el mayor de mis éxitos.

Me imagino que todo eso está en esa ciudad. Sin dudar, empiezo a caminar hacia ella. A poco de andar, el sendero se hace cuesta arriba. Me canso un poco, pero no me importa.

Sigo. Diviso una sombra negra, más adelante, en el camino. Al acercarme, veo que una enorme zanja me impide mi paso. Temo... dudo.

Me enoja que mi meta no pueda conseguirse fácilmente. De todas maneras decido saltar la zanja. Retrocedo, tomo impulso y salto... Consigo pasarla. Me repongo y sigo caminando.

Unos metros más adelante, aparece otra zanja. Vuelvo a tomar carrera y también la salto. Corro hacia la ciudad: el camino parece despejado. Me sorprende un abismo que detiene mi camino. Me detengo. Imposible saltarlo

Veo que a un costado hay maderas, clavos y herramientas. Me doy cuenta de que está allí para construir un puente. Nunca he sido hábil con mis manos... Pienso en renunciar. Miro la meta que deseo... y resisto.

Empiezo a construir el puente. Pasan horas, o días, o meses. El puente está hecho. Emocionado, lo cruzo. Y al llegar al otro lado... descubro el muro. Un gigantesco muro frío y húmedo rodea la ciudad de mis sueños...

Me siento abatido... Busco la manera de esquivarlo. No hay caso. Debo escalarlo. La ciudad está tan cerca... No dejaré que el muro impida mi paso.

Me propongo trepar. Descanso unos minutos y tomo aire... De pronto veo, a un costado del camino un niño que me mira como si me conociera. Me sonríe con complicidad.

Me recuerda a mí mismo... cuando era niño.

Quizás por eso, me animo a expresar en voz alta mi queja: -¿Por qué tantos obstáculos entre mi objetivo y yo?

El niño se encoge de hombros y me contesta: -¿Por qué me lo preguntas a mí?



Los obstáculos no estaban antes de que tú llegaras... Los obstáculos los trajiste tú.

Poesias III: Soneto Monovocálico con la U

FEDRO

Fábulas

Musculus, mulus, vultur, vulnus ultum,

ursus, bubulcus, guttur, summus Dux,

nummulus, crudus fructus, furum frux

unum sunt: dum suburunt, pungunt multum,


Rutulûm ludunt lucrum, luxum, cultum.

Trunculum lustrum, mundum lupus trux,

suum grus vult: tunc funus, fucus, crux

rursum funduntur, rursum ruunt stultum.


Succurrunt currus, pullus, vulgus rurum:

pupulus mulsus sum... nunc mustum udum,

furfur nunc vulsus, crustulum nunc durum:


subsunt tumultus, lutum, ulcus nudum...

Tum vultum tundunt, tum subtutum murum

rumpunt, ut curvum fulgur pulchrum sudum.

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El ratón, el mulo, el buitre, la ofensa vengada,
el oso, el labriego, la voracidad, el jefe supremo de los dioses,
el vil dinero, el fruto inmaduro, la utilidad de los ladrones
constituyen un todo único: todavía hoy abrasan, pinchan mucho,

irritan la avidez, el lujo, la molicie de los romanos.
El pantano quiere la vigueta, el feroz lobo quiere el inocente cordero,
la grulla quiere al que la espera: entonces la muerte, el tormento
son nuevamente esparcidos a manos llenas, nuevamente derriban lo estólido.

Me vuelven a la mente el carro, el gallito, la población del campo:
de muchachito no fui dulcemente deleitado… pero ahora el mosto está aguado,
el pellejo arrancado, el confite endurecido:

debajo, debajo están las pasiones, el barrol la llaga desnuda…
Tales cosas al mismo tiempo, percuten nuestra cara e infringen el muro incierto de nuestra indiferencia, tal como el incursado fulgor percute e infringe el bello cielo sereno.

(Selección y traducción de Josep M. Albaigès, BCN, ene 06)

Extraido de All’alba Shahrazad andrà ammazzata, de Giuseppe Varaldo, una increíble colección de sonetos monovocálicos, en varios idiomas.

http://www.albaiges.com/eulogologia/lipogramas/sonetosmonovocalicos.htm